24 de octubre de 2016

Cielo gris

 Al no dejarte domesticar la explosión resultante se esparce salpicando tu alrededor. Algún día deberá llegar el espacio de la calma en esta particular lucha de reconocimiento. Pero una hoguera no puede calentar sin arder. Dices: aquí está mi camino. Lo que se te aconseja suena a cómodo sofá de salón. Sin que levantes el dedo corazón tu actitud es la misma que si lo haces. La vida siempre está en aquello que temes. Esperando por ti a que decidas salir de lo establecido. Es verdad que fue una explosión de energía descontrolada. Dos corrientes emergiendo desde el centro de la tierra. Resulta una lastima reconocer qué pasos vendrán después. Te olvidaran rodeada de buenos presagios. De todos modos estaría bien sacar algo de todo esto. Tirar de una vez por todas los muebles por la ventana.

Parte 2: Algunos rayos de sol
El ordenador no funciona. La anestesia. Te van a entubar.
La maratón de sentimientos. Aquel torrente puro de ideas que acaban en la basura. Que ahora hasta puedas prescindir de los momentos menos floridos.
Tener el más que justificado derecho a no luchar por un buen día. El ordenador que no funciona. La anestesia en la comunicación. Qué buscamos valentía y corremos como ratas cuando se nos ofrece.