27 de abril de 2015

Insomnes

Ruidismo para calmar al animalito que arde en nosotros. Reclamamos el sonido de la noche como autómatas. Consumimos la madrugada para resurgir con nuestra mirada engullida en música. La noche debe ser anestesia. Tabú o redención. Nuestras preocupaciones quedaran suspendidas por estas horas sin luz. Seremos criaturas nuevas para volver al origen. Recorreremos lo nocturno reclamando el regreso. Sabemos que estamos recorriendo el camino. Un sendero imperceptible pero certero nos aleja de todo aquello que no debemos recordar.

 Parte 2: Azar
 Imaginemos ser él. No de normal.
Ser quién da aunque él estaría muerto,
que no gana una en concepto.
Tenga todas por ver, nos decimos
O sin él, pero conocido
muy queramos o engañemos
sólo vemos las partes visibles.