5 de agosto de 2010

De lo que no me gusta: Maltrato y posesión


A todos nos gusta que nos quieran.Por mucho que estemos solos o no creamos en el modelo tradicional del amor.Siempre esperamos que alguien se preocupe por nosotros. Ya que al mundo se viene ha estar solo la mayoría del tiempo, es agradable que en los momentos más bajos alguien nos mime y nos haga sentir un poco menos frágiles.

Pero que nos quieran no es cosa fácil.No es una cuestión de soy como soy y debes aguantarme.El amor empieza por el respeto.Primero a ti misma y en segundo plano a la persona que quieres. Es una premisa esencial y debe mantenerse:sin concesiones.Si no aguantas algo no se debe ceder ante ello. Ni por pasión, ni por sexo ni por nada.


Si la relación que mantienes con alguien no te hace feliz la mayoría del tiempo es preferible estar sola. Eso no quiere decir que las relaciones amorosas no sufran sus crisis.Pero siempre deben ser razonables.Poder soportarlas sin sentir que te traicionas o que lo que aguantas te sobrepasa.Si es así: termina con ello lo más rápido que puedas.Es un tema delicado este.Por un lado está lo que tú imaginas que es el amor (de nuevo Disney y algunas películas comerciales nos han vendido la moto) y luego está lo que el amor es. Normalmente hacemos proyecciones mentales de como nos gustaría que fuese. La realidad es que la persona no suele ajustarse a esas ensoñaciones.Al igual que tú tiene fallos, esperanzas y no siempre será como imaginabas.A pesar de esto, sus virtudes deben pesar siempre más en la balanza.

Me parece difícil hablar de forma tan genérica sobre un tema tan íntimo y plural como es el de las parejas.Pero es que existen aún algunas conductas, alarmantes a mí parecer, que deberían desaparecer lo más rápido posible: No es verdad que la persona que te quiere debe hacerte llorar. No es verdad que debas estar pendiente veinticuatro horas de ella, ni que sea amor el que te haga quitarte cierta ropa. Tampoco lo es que no te permita salir con tus amigos, ni que te tenga controlada o controlado cuando llegas a casa o con quien has salido. Quizás leído suene exagerado incluso ridículo.¿Quién en su sano juicio se dejaría? pero es que la realidad sabemos todos cual es. Con abrir un periódico y mirar en la página de sucesos.Por suerte, la gran mayoría de parejas no son así.

Las relaciones se deben de basar en el respeto, la comunicación y tener vidas independientes.Son un apoyo para conocerse mutuamente y de forma individual.Para quererse en lo bueno y en lo malo y aprender de ello lo que se pueda. Por ello saber decir NO a tiempo es la mejor opción ante gente agresiva. Es una lección que todos debemos aprender.