19 de noviembre de 2010

Impresiones

Acabo de verte y casi me pongo mala al ir a nuestro encuentro.Si por un casual hubieras dejado de tocarme una brecha se hubiera abierto entre nosotros como un silencio sin reflexión.
Fumo para acallar esta imagen constante, para no darla tregua. No debo escucharte ni dejar que tu olor me hable. A lo mejor sólo quiero que nadie contradiga este pensamiento. Quizás espero el olvido, acertar o perderme irremediablemente. Es verdad que este ejercicio mental que es la escritura no permite que nos toquemos pero me acerca a tu recuerdo de una forma sincera, sin mascaras ni corazas. Me hace creer que nuestros pensamientos andan parejos y que nuestros cuerpos, mayormente torpes e inconscientes, se están buscando sin más remedio.