29 de diciembre de 2014

Abrigados

Fue bueno comenzar a trabajar sobre estas manos que siempre te acojen. Deben tratarte con el amor que mereces. Mis dedos entrando en tu vida. Son como caminos serpenteantes para llegar al lugar que te corresponde. Este hogar que he construido para ti. Tú eres la razón de ser de estas paredes y estancias luminosas, son tuyas mis manos y tienen una casa en su haber. Un espacio que se está bañando con nuestras postales de presencia para empezar ahora a mostrar alegrías tangibles. Cosas como mirar y verte ¡qué ya son años! y así parece, pero es esta otra ilusión dentro del cielo que diseñe en esta casa de manos múltiples. Aquí se muestra mi vida y hago un canto de ella. Comparto contigo el sonido infinito de su melodía pues comprendes su razón de ser. Nuestras pupilas tienen prefijadas las vivencias por las que ya no hay miedo sino comunicación. Vemos mucho más que nuestra presencia física porque mis manos ya no son tales. Son castillos o fortificaciones donde la vida se ha manifestado.


Parte 2: Fin de año
 Todos deberíamos proyectar nuestras ilusiones. Hacernos un croquis mental de cómo deseamos que la vida nos funcione. El futuro podría ser el lienzo donde colocar todos estos anhelos. Para que estos pensamientos, en principio vagos en nuestra mente, se conviertan en realidad sólo se necesita una pieza activa:
el cerebro. Añadiendo a la ecuación altas dosis de perseverancia y pensamiento positivo nos acercamos altamente a nuestros deseos. Hagamos la prueba trabajando para que nuestros sueños se cumplan.