30 de junio de 2011

Lo común tiene su gracia

  No tenía que haberme levantado de la cama aunque ya no tuviera sueño.Aún así he perdido tiempo (dos horas exactas) en hacer una tarjeta de felicitación. Actividad divertida y creativa. Luego he entrado en un bucle de tontería mental mientras ayudaba a mi hermana y escribía, todo a la vez, a etiquetar fotos en Facebook sobre su última exposición en Berlín.
 Ahora pienso en Lydia. Debo llamarla. Decirla: oye gemela mía, no me olvido de ti.