4 de febrero de 2011

Pequeños detalles

   Una serie de circunstancias tales como un sol en el más puro invierno Berlinés o un tiramisú en el que soplar unas cuantas velas han cambiado mi forma de comportarme. También puede ser que todas estas mutaciones hayan ido evolucionando en el pasado y lo anterior citado sea una representación física de nuevos sentimientos muy placenteros y agradables. Sea como fuere aquí estoy en un día nuevo. El sol brilla a través de la ventana y por supuesto este es un buen motivo para sentirme feliz y dichosa. Si soy capaz de darme cuenta de estos detalles y cederles la importancia que tienen, puedo ser afortunada todos los días.