23 de febrero de 2015

Caricia

Hemos regresado a nuestro hogar. En realidad siempre hemos estado en él. No nos percatamos por andar absortos en nuestros pensamientos. Pero una señal o unas manos se despertaron para nuestro regocijo.Entendimos entre la alegría y la dicha que nos debemos el uno al otro. Bellas imágenes amanecieron en mí y un carnaval de preciosidades fue desenvolviéndose entre nosotros. No hemos vuelto de la luz sino que nos hemos bañado en ella. Una danza delicada acompaña a nuestros anhelos. Entramos en la casa para reconocernos. Este hogar del que no queremos marchar. El futuro florece al compás de aquellas pequeñas flores amarillas.

Parte 2: Apoyo
Este es el camino. Después una tienda de campaña escondida en medio de la frondosa vegetación. Esto es, la luz que tintinea para volverse blanca de una forma violenta y aplastante. Corremos por el sendero como animales sedientos. Nos pisamos los pasos porque alguien debe sujetar esta joven fortificación. Nos espera a tela abierta nuestro refugio de sueños. Nada más claro que nuestra presencia para sostenernos.