Qué bien si,
cerraras esta puerta.
qué bueno si,
fueras capaz de sortear aquella brecha.
qué alegría si,
de pronto viniera un oleaje a borrar huellas.
qué proeza si,
encontraras algodón con el que acomodar estos u otros recuerdos.
qué maravilla si,
consiguieras hacerlos resbalar hasta su disolución.
Parte 2: Malgasto
Se ha acabado el tiempo y no parece decente decirlo.
Pero hay algo que arde sin que encuentres modo de sofocarlo.
Porque en una sociedad tan veloz hay asuntos que no proceden.
Si la rosa clava sus espinas es porque espera un recuerdo eterno.
Qué no te mientan diciéndote que existe el reemplazo,
pues es mercantilizar tu sentir: Meter el corazón en una autopista de cuatro carriles y esperar que salga ileso.
Se ha acabado el tiempo y de verás qué haces aún ahí
en ese cuarto estrecho en el que te apagaron la luz.
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