28 de diciembre de 2015

Bardal

Los cigarros que no deberías fumar. Tu oído prodigioso que acompaña y sabe reconocer los acentos lejos de las reglas prefijadas. Este cambio impensable pero certero. El deseo como producto caduco. Las inquietudes futuras que comienzas a entrever. El interés como una ola besando leve el pleamar. Tu trabajo de campo que consiste en ir retirando malezas. Tu sorpresa o asombro ante la inconstancia del alrededor. La leche que se ha terminado para no reponerse. Una pregunta lanzada a la nube. Saber que no es sólo cuestión de química.Todas y cada una de las actividades pendientes. El estornudo aislado que comienza a ser frecuente. La jarra y el pedal. La cantidad pasmosa de estrellas que brillan en lo alto. El poema en el que estás retratado. Lo que inspiras y el alimento que este hecho te devuelve. Tener la sensación de pertenecer a un plan mayor. Los pasos que das en consecuencia.  

Parte 2: Algo que no es sencillo
Verte caminar a lo lejos. Despedirte desde la lejanía como de una ensoñación. El pasado volviendo todos los días a tocar tu puerta del presente. Sin que abras la boca. Sin que acaso te percates del detalle. Los ritmos siempre descompensados o el jardín que creas para tu propio regocijo. Las sensaciones internas de que cuando finaliza un ciclo tu sonrisa es aún más amplia que en el comienzo.