No sólo es escuchar música nueva sino que además te guste. No es que te mueras
de la risa es que además no necesites ningún estupefaciente. No es sólo bailar es reconocer que todo el cuerpo funciona al son de estas notas. No es sólo escribir. Es más bien disfrutar hilando la narración. No es sólo desayunar un zumo de naranja sino valorar que caiga bien en el estómago. No es sólo leer, son todos estos datos valiosos que te pueden ayudar a construir por dentro. No es el proyecto es más bien el trayecto que recorres hasta verlo finalizado. No es tu alegría sino la serenidad interior que la causa. No es sólo despertar sino ser agradecido por esta nueva jornada que se te brinda.
Parte 2: Lo que tienes
De la luz. De tus pulmones y tus piernas. Debes alegrarte.
Que te dejan que respires, un aire por lo demás contaminado, pero respirar al fin.
Que te llevan donde quieres ir sin que muchas veces repares en ello.
Debes dar las gracias. Así a la vida, decirle gracias.
Por los viajes, por tus inquietudes y por las metas a las que aspiras llegar.
Por cada jornada vivida que te enseña a ser más tú sin aditivos.