Otra vez de vuelta a la rutina de la capital. Lo que debes hacer siempre presente en tu cabeza. Como si la vida consistiese en realizar actividades aburridas y obligatorias para después saborear como un dulce caramelo tus cinco minutos de evasión.
Cinco minutos que han sido un fin de semana en el que he estado a punto de escupir el corazón por la boca. Cinco minutos en los que la adolescencia se ha recolocado en mi. No encuentro palabras para reunir todas estas sensaciones: Para explicar que hay imagenes imborrables que no voy a dejar que el tiempo decolore. Estar a tu lado es siempre un regalo.