Tú que desde el otro extremo
intuyes un tic tac.
Tú y el paso de las horas.
quizás ese es el soniquete o la ilusión.
Tú que desde el otro extremo
portas el hilo, habiendo olido otras flores
en cualquier otra tierra, donde el sol
inicia una nueva jornada.
Tú que sabes de lo que se trata
pero sin encontrar dificultad en el trayecto.
Tú que desde el otro extremo
haces de lo normal una danza
y mientras el cielo
y mientras tu risa
devuelve a la tierra su color robado.
Parte 2: Rumor
Te escuché
en el reguero:
Tus palabras
fueron portadas
por aquellos pájaros
que aún tenían que hablarse.