Una de las muchas cosas que consigue paliar es esta maldita costumbre de rascarse la cabeza. Pero también alivia cualquier ansiedad constante.Suaviza la incertidumbre o enseña a vivir con ella.
Despeja incógnitas cuando no las hace más grandes:Colchón de la memoria y el pasado ó recreacción de la vida en busca de realidades más amables. Resuelve de forma duradera una necesidad imperiosa de comunicar, de hablar con todos en un discurso continuado inmune al pasar del tiempo. Medicina del alma que posee la gran ventaja de devolverte a tu centro.