Han de ser las estrellas quienes nos guíen. Lo que nos nombra aguarda en su lejanía. Debemos aspirar a ello en esta danza inconexa que es la vida. Conquistar lo divino para que se muestre la gran belleza. Es nuestro trabajo no ceder. Atrincherarnos en nuestras fuerzas para dentellear con valentía. Seguir, no agotarnos por debilidades mentirosas. Cavilar el poder de nuestra transformación en este viaje mundano. La verdad aguarda en esas cuatro mil luces insignificantes que podemos ver cuando cae la noche. Son ellas quienes nos revelan nuestra profundidad interior. Esa isla innombrable en nosotros compuesta de instantes luminosos,oscuridad y silencio.
Parte 2: Lista de cosas perdidas
1. Un anillo de coco. Detrás de un armario. Nunca más se supo.
2. Unos botines rosas. Los recuerdo preciosos. Demasiado para ser real. Nunca diría que la puntera estaba desecha.
3. Una chaqueta negra. Un corte perfecto, una hechura fantástica. Olvidada en la barra de un bar. Una llamada a destiempo me dejó sin ella.
4. Una segeta. Me cortaría los dedos si tuviese que hablar de esto.