Siempre la fuente: Ni tiene porque salir ni tampoco quedarse. Sasha siempre permanece. Oscura o vibrante. Selecta y exquisita puede afirmar o negar.
Su natural es ambiguo y se conforma o no, quizás, se encabrona.
Sasha va a la fuente. Coge agua y no la desperdicia. Llora agua y la reconvierte. Sasha es natural y aprende del contacto con ella.
Sasha puede Estar o escapar. Entender o desconectarse. Sasha es una galaxia dentro de un grano de arena. Luz o delirio en esta exquisita rueda del mundo.
Se presenta sencilla y desnuda con un camino a sus pies. Se deleita con las preciosidades que el agua de la fuente le ofrece. Siempre cerca y a veces muy lejos. Sasha es hogar o escombro. Ella sabe que en ese ir hacia la fuente siempre hay un lugar de transformación.
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