Se difuminan los recuerdos como si el tiempo fuera un borrador natural.No quieres ver como se decolora lo bello ni presenciar el deterioro de lo ya vivido. El pasado se va convirtiendo en un puzle que dibujas a tu gusto sumando fragmentos inconexos. De forma simultanea a tu corazón se adhiere un poso de gran calado. Esta circunstancia ayuda a mantener intactas algunas sensaciones placenteras. ¡Cómo fue bailar en aquella noche de niebla infinita mientras tu alegría se desparramaba por campos y constelaciones! Has de recordar siempre que algo creciendo debe tener cobijo. Por eso tu cabeza necesita estar preparada y en plena expansión constante. Será entonces que podrás cruzar los dedos para pedir el deseo. No querrás carboncillo emborronando tu mente. Desearás que el oleo sature tu memoria. Ensuciándote de tal modo que no exista manera de quitar la mancha. Esperas que estas imágenes dejen huella en la rayuela múltiple de lo porvenir.
Parte 2: Piedra preciosa
Ha sido una explosión. Un palacio o una casa ocupada. Estar dentro y aplaudir. Ir por encima del pavimento. Elevado como un pájaro en vuelo. Volver como un piropo. El más bello que se te ocurra. Mirar lo ocurrido tantas veces como te resulte posible desde el recuerdo.
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