Un buen paseo, de esos que te devuelven a casa con mejillas coloradas. Un concierto que te pone la piel de gallina. Una comida entre amigos. A ser posible con cocina hecha en casa. Con mimo, como se hacen las cosas que merecen la pena. Terminar de coser tu tercera muñeca en tres meses. Decidir la siguiente y también la colección de joyas que harás con los restos, cuando te alcance el tiempo. Los colores alegres y las escapadas de fin de semana. Terminar un texto y sentirte satisfecha del trabajo realizado. Leer para culturizarse que no para estar informado. Llorar por alguna película que te conmueve. Decidir tres o cuatro exposiciones e ir a verlas. Quedarte aturdido ante el mensaje de alguna obra de arte. Cuando apoyas a alguien que quieres en un momento difícil de su vida. La música y su poder de igualdad. Los viajes que te devuelven diferente al regresar a casa. La pasión que necesitas a la hora de interpretar una canción. También que el bebe te quiera y lo demuestre con una gran sonrisa. Que cuenten contigo para hacer planes. Mirarte al espejo y gustarte.
Parte 2: Neutro
Abrir el buzón y encontrar sólo publicidad. Seguir en directo un partido de tenis.
Las compras en el supermercado. Comparar precios. Montar en el metro o cualquier otro transporte público. Los minutos anteriores a que la persona con la que quedaste haga aparición. La primera media hora de la mañana. Doblar la ropa de una lavadora o ver una revista de corrido. Atarse los cordones de las zapatillas o cortarse las uñas de los pies. Ser insensible (por hartura mediática)
a la violencia retransmitida.
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