Este par de manos fortificadas desean seguir siendo un refugio para ti. Un lugar al que poder acudir en cualquier circunstancia. El patio más bonito desde el que respirar para hayar resposo. Pero estas manos son humanas y también se tropiezan o enredan. A veces dejan entrever huecos aislados o incoherencias. Deberemos aceptar que la perfección no existe para poder trabajar en su mejora. Así será nuestra dicha. En este patio de luces ha querido florecer nuestra vida y esta isla es la muestra. En su interior una canción, de melodía pausada aunque constante, ha dado comienzo.Nos ha atravesado a los dos porque ya no somos inocentes y sabemos de la responsabilidad ante nuestras acciones. Sin embargo, este lugar que hemos despertado nunca más nos será indiferente porque en él se ha derramado el frasco líquido del amor.
Parte 2: En línea
Sed de juventud enraizada a aquellos patinetes que ambos adolescentes utilizaban con verdadero placer y dominio. Comenzaron su andadura deslizándose por las escaleras grises y anodinas de la boca de metro. Mientras el más experimentado instaba a su amigo a bajar los escalones con más rapidez y técnica. Gemía el moreno, gritando a viva voz. Si se sacaba la situación de contexto aquellos alaridos remitían a escenas adultas a las que muy probablemente ellos no tuviesen acceso. Habían bajado ya a el gran pasillo de azulejos amarilllos pálidos. Iluminaba el espacio varios tubos fluorescentes en el techo. Un espacio acostumbrado al olvido reinventado por estos chavales. Corrían con sus patinetes porque los jóvenes están proyectados al futuro. Debian darle caza lo más rápido que fuese.
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