Una de las actividades más complejas en la búsqueda de la felicidad es sin duda la no proyección. Cuando creas una ilusión de que algo suceda sin quererlo dibujas expectativas. Al no verse cumplidas pensarás que lo que la realidad presenta es un inconveniente por no ajustarse a tu idea. Aquí se presenta el error: cargar de razón a tu pensamiento va a emborronar la percepción que tengas sobre el asunto en cuestión. Lo hará inapetente a tus ojos cuando la situación se presente tal cual deba darse. Por ello deberás ser algo más astuto para de forma objetiva "ver". La idea es calibrar la situación libre de la influencia de los sentidos. Más que nada porque este paso aparentemente frío e insustancial es el que te ayudará a ver la cosas como son: Cosa fácil decirlo otra es hacerlo.
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