13 de enero de 2014
Despojo
Sobre nuestras cabezas planea un animal carroñero. No quiere nada que puedas tocar con tus manos. Su vuelo errado pero eficaz ha entrado en ti. Te dirige sin que puedas imaginarlo a un paraje árido y seco. Un espacio donde nunca te reconoceras. Bailarás su dulce melodía sin hacer preguntas. Consumiras su carne aprendiendo a no sentir tu propio gusto. Cada cosa que ocurra después no te marcara. Nada hará saltar de nuevo el resorte. Un vuelo macabro recubierto de perlas. Eso o un puñado de diamantes ensangrentados. Hace ya decenios que sobrevuela nuestras cabezas. Tanto es así que hemos aprendido con él. Su código de conducta es sencillo: No pienses, actua como la media , consume todo, después muere. Haz de tu vida una línea extensa hacía el horizonte y en ella da igual valor al objeto más exclusivo que a tu última relación personal. Si por casualidad surgen inconvenientes dejate arrastrar por la corriente de la indiferencia !Pronto recuperaras tu alegría! En esta danza plana e insustancial los sentimientos tienen la batalla perdida.
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