Aquella persona que decida llevar una estrecha relación consigo misma, aquel individuo que coloque el autoconocimiento como base, que se quiera y luche en la medida de sus posibilidades por tener una rica vida interior está relegado al destierro amatorio. Y esto en sí es una paradoja porque la persona que no muestra interés por sí misma lejos está de poder aportar algo al resto. Parece ser que culturalmente este es un requisito del que podemos prescindir: Aqui no venimos a ser mejores personas ni tan siquiera a intentar entendernos.Y ya no digamos a querer aportar algo. La edad adulta muestra dos opciones: Una es introducirnos en relaciones que rara vez tendrán que ver con lo que necesitamos. Si, entrar en una cadena sin fin de noviazgos que dificilmente serán lo que esperas porque siendo sinceros no tienes puta idea de que estás buscando y esto es el pescado que se muerde la cola ¿Cómo vas a saber qué necesitas si nunca has estado solo para preguntártelo? La otra opción es simple: Cuanto más te quieras y respetes tus propios procesos interiores más bicho raro serás.
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