9 de septiembre de 2011
Blanco
De nuevo el comedor de casa es un comedor. Durante esta semana este habitáculo enorme y plagado de esquinas ha sido casi un campo de batalla.Todo empapelado para que la pintura no manchara el suelo ni los rodapies. Todos los muebles escondidos bajo sabanas en el centro de la habitación. Nunca hubieras imaginado que esta estancia fuera tan grande como la has visto en estos cuatro días de trabajo intensivo. No podías creer que pudiese existir más caos del acostumbrado pero sí: Siempre existen opciones más extremas que las que manejas de forma habitual. Por supuesto estos cambios te han creado nuevas valoraciones. O quizás hayan justificado lo que ya imaginabas. Que tienes suerte de vivir en una casa hermosa. Esto se puede decir ahora cuando la parte más dura del proceso ha finalizado. Bien es cierto que aún hay unos dosmil objetos que no sabes de qué modo van a volver a ser colocados en el comedor. Has pasado por muchos estados de ánimo. Te parece increible que el hecho de que tu casa haya estado patas arriba te haya modificado tu manera de sentir: Crees positivamente que el estado en el que se encuentre tu hogar influye de forma directa en cómo tú te sientes.
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